jueves, 24 de enero de 2013
Encuentro de ingenieros agrícolas: espacio de conocimiento y tradición
L
a 8° generación de la licenciatura en Ingeniería
Agrícola (1983-1988) celebró 25 años de su egresó a la
Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC)
a través de conferencias académicas, actividades culturales y recreativas, demostración de maquinaria agrícola y venta de diversos productos. En la inauguración del VI Encuentro
de egresados en Ingeniería Agrícola, la ingeniera Minerva Té-
llez Ordaz, coordinadora de la carrera, exhortó a los presentes
de todas las generaciones a continuar con esta tradición.
En los muros de sus aulas, los egresados plasmaron una
placa con la cita “la cultura engendra progreso y sin ella no
cabe exigir de los pueblos ninguna conducta moral”, del educador nacional José Vasconcelos, la cual fue develada por
la doctora Adriana Morales Pérez, secretaria general de la
Facultad. Asimismo, en gratitud a esta unidad multidisciplinaria, reconocieron el trabajo docente de 63 profesores –activos, retirados y jubilados– de los departamentos de ciencias
Agrícolas, Biológicas, Sociales, Pecuarias y Administrativas,
así como de Matemáticas e Ingeniería, quienes brindaron los
pilares del conocimiento para su desarrollo laboral y profesional.
El festejo, que duró una semana, fue organizado por Elizabeth Arellano Landazuri, Gustavo Mercado Mancera, Lino
Martínez Morales, Héctor Díaz Mondragón, Ciro Prado García,
Víctor López González, Raúl Quiroz Mora y Concepción Tirado Lule, entre otros.
Encuentro de ingenieros
agrícolas: espacio de
conocimiento y tradición
Se realizaron
actividades
académicas,
culturales y
recreativas
Combustibles sintéticos
Para obtener combustibles sintéticos (etanol y biodiesel) de
los cultivos, se requieren procesos químicos que catalicen y
aceleren la reacción, afirmó el doctor Héctor Debernardi de la
Vequia, investigador del Sistema Nacional de Investigación y
Transferencia Tecnológica para el Desarrollo Rural Sustentable
(SNITT) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
En su ponencia “Los combustibles sintéticos una alternativa a la crisis energética (síntesis, utilización y perspectivas
para México)” señaló que en la producción de éstos se cuantifica el impacto ambiental generado en todo el proceso (entes
biológicos, cosecha, transporte, industrialización, productos
derivados, destino final) en busca de un balance energético
que disminuya la polución de los combustibles fósiles, para su
posible remplazo.
De igual forma, la entrada de los entes biológicos deben
ser menor o igual –en valor energético y económico– al producto final para que sea redituable, debido a que la bioenergía
depende de la superficie de tierra disponible, sin olvidar el
rendimiento de los cultivos. –Éstos deben ser modelados y
calculados para 2020 y 2030, teniendo en cuenta al ambiente
y el supuesto potencial desarrollo del sector agrícola hacia
liberalización de los mercados–, indicó el autor de seis patentes internacionales.
Por ejemplo, la producción anual de aceite de alga por hectárea es de 90 mil litros aproximadamente; la palma de aceite
africana, seis mil litros; la canola, mil 200 litros, y la soya, 450
litros. La mayoría de las algas contienen arriba del 50 % de lípidos, inclusive la especie Schizochytrium sp es una fuente ideal
para la producción de biodiesel porque alcanza un rendimiento del 77 % de aceite. “A futuro las algas van a generar el biodiesel del mundo. México tiene mucho territorio en costa que
puede aprovecharse para este proceso”, acotó el docente del
Colegio de Postgraduados.
En contraste, los azúcares y almidones (caña de azúcar,
maíz, sorgo dulce, entre otros) producen etanol. En 2006 los
principales países productores de millones de galones de este
combustible sintético fueron Estados Unidos (cuatro mil 855),
Brasil (cuatro mil 491), China (mil 17) e India (502); México carece de participación.
Por último, el hidrógeno es uno de los reactivos más usados
en los procesos catalíticos como en los motores de combustión
interna adaptados para consumir este elemento químico. “Las
pilas de combustible asociadas a motores eléctricos tendrán
aplicación futura en la industria automotriz; es decir, los carros
al avanzar producirán el hidrógeno, por lo que no necesitarán
almacenarlo. Es el impulso del hidrógeno como vector energé-
tico”, reveló.
México depende del petróleo como única fuente de energía; por ejemplo, la agronomía consume el 60 % de los derivados del petróleo y la medicina utiliza el 46 %. Sin embargo, la
escasez del combustible fósil obliga al país a diversificar sus
fuentes de energía para obtener seguridad energética, advirtió.
Por lo tanto, es indispensable promulgar una ley de fomento
a las energías renovables que permita a Petróleos Mexicanos
(Pemex) aumentar sus capacidades para incorporar tecnologías y fuentes de energía, urgió.
El investigador recomendó acelerar proyectos y programas
piloto de producción de combustibles sintéticos, fomentar las inversiones privadas en cultivos energéticos, investigar en materia
genómica y agrícola para aumentar producción por hectárea;
además de mejorar la figura económica de producción, propiciar
la certidumbre del mercado, y crear dispositivos de vinculación
entre los actores de la cadena productiva.
Automatizan maquinaria agrícola
Ante la comunidad universitaria, el doctor Andrés Herrera
Vázquez, investigador de la FESC, presentó la automatización de un tractor fuera de servicio, el SIDENA T 25 incluido
en su Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e
Innovación Tecnológica (PAPIIT) IT202712, el cual investiga
sistemas robotizados para desarrollar maquinaria agrícola
con un mayor nivel de eficiencia en la producción del campo.
Adscritos al PAPIIT también están el doctor Carlos Gó-
mez García, colaborador académico; el ingeniero agrícola
Rubén Vargas Márquez –área mecánica–, así como Marcos
Villegas García, Gerardo Cruz Jacobo y Abiud Vargas Rubalcaba, alumnos de la licenciatura en Ingeniería Mecánica
y Eléctrica (IME). En tres meses, el equipo armó, reparó y
rehabilitó la máquina rusa de la década de los ochentas para,
posteriormente, diseñar dispositivos que dieran al operador
un mayor manejo con seguridad y comodidad.
La fase de automatización incluyó el desarrollo: emisor y
receptor de radiofrecuencia en el encendido y apagado; control y monitoreo del tractor mediante conexión WIFI, al igual
que el nuevo servomecanismo en aceleración –acelerador
touch en cuatro niveles. También elaboraron el software para
el control y monitoreo del tractor mediante una computadora
o un dispositivo móvil inteligente.
Los siguientes retos para este proyecto son el control de
desplazamiento sin operador sobre el tractor mediante radiofrecuencia y la automatización total del tractor mediante
Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en
inglés).
Un SIDENA T 25 automatizado y con capacidad de
arrastre de una tonelada podría servir en los huertos frutícolas para transportar la cosecha al lugar de almacenamiento.
La máquina estaría programada con la finalidad de recorrer
estaciones, sitios en donde los agricultores colocarían las
frutas en la carreta del tractor, en un tiempo estimado para
trasladar la mercancía a su contenedor.
Ana G. Vázquez Reyes
Fuente:Gaceta UNAM Comunidad
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